verdades eternas

la maldicion de los evangelicos y católicos

La maldición de los evangélicos y católicos
El pueblo judío, el pueblo de Dios del Antiguo Testamento, fue un pueblo llamado a ser una nación santa y obediente, pero fueron muchas las ocasiones en las que éste pueblo fue infiel y desobedeció al Señor. Pero hubo un momento definitivo en el que éste pueblo por causa de su desobediencia el Señor permitió que fuera invadido y llevado cautivo por Babilonia.
 
Pero poco antes de su cautiverio, Dios no dejó sin amonestar a su pueblo y para ello utilizó al profeta Jeremías, pero a pesar de sus llamados dicho pueblo confió en la palabra de sus líderes y no obedeció ni confió en Jehová.
Sobre dicho pueblo, que prefirió confiar en sus líderes y desobedecer al Señor   pesó una gran maldición, maldición que hoy muchas sectas evangélicas llevan sobre sí.
Jeremías 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre…
Jeremías 17 y la maldición de los evangélicos:
Una lectura del capítulo 17 nos ayudará a comprender ¿cuál es la maldición que pesa sobre los  evangélicos?
El capitulo 17 describe la maldición y consecuencias finales sobre el pueblo de Judá por dos causas principales   
a)La  idolatría
 (jer 17:1-5)
EL PECADO de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares, 
   mientras sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus imágenes de Asera, que están junto a los árboles frondosos y en los collados altos, 
sobre las montañas y sobre el campo. Todos sus tesoros entregaré al pillaje por el pecado de tus lugares altos en todo tu territorio. 
Y perderás la heredad que yo te di, y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi furor, que para siempre arderá. 
Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. 
 
 

La idolatría  de los judios, engañados por sus líderes religiosos  consistió en rendirle adoración a las imágenes. Sobrarían las palabras para señalar el tipo  de idolatría practicado por la iglesia católica donde le rinden tributo a cientos de imágenes y todo engañados   por los líderes del catolicismo escudados en la supuesta veneración a dichas imágenes, pero que a la luz de la biblia consisten en una clara violación al mandamiento de no hacerse imágenes ni adorarlas.
¿Son los evangélicos idolatras? No  lo son porque no tienen ni le rinden culto a imágenes, pero es de notar que por encima de la palabra de Dios tienen y muchos son seguidores de sus pastores antes que de Cristo. Ponen en primer lugar la palabra del pastor y hacen lo que éste les diga aun   cuando contradiga abiertamente las Escrituras.
 
b)La desobediencia y endurecimiento contra el mandamiento del sábado
 (jer 17:19-27)
Así me ha dicho Jehová: Ve y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y ponte en todas las puertas de Jerusalén, 
   y diles: Oíd la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá y todos los moradores de Jerusalén que entráis por estas puertas. 
   Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de reposo,* y de meterla por las puertas de Jerusalén. 
Ni saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo,* ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo,* como mandé a vuestros padres. 
   Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, sino endurecieron su cerviz para no oír, ni recibir corrección. 
   No obstante, si vosotros me obedeciereis, dice Jehová, no metiendo carga por las puertas de esta ciudad en el día de reposo,* sino que santificarais el día de reposo,* no haciendo en él ningún trabajo, 
    entrarán por las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David, ellos y sus príncipes, los varones de Judá y los moradores de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre. 
   Y vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová. 
 
 
Pero si no me oyereis para santificar el día de reposo,* y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo,* yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará. 

La maldición  pronunciada contra el pueblo judío consistió en confiar más en la palabra de sus líderes antes que en la  palabra de Dios que llamaba a la observancia del cuarto mandamiento que habla de guardar el sábado.
Tanto el catolicismo como los evangélicos  tienen engañados a sus miembros con la idea  de que ya no es necesario  observar el sábado y se excusan en que en el Nuevo Testamento se abolió la ley, pero no hay un solo pasaje que hable de la anulación  del decálogo y los que hay hablan de las fiestas ceremoniales y de la circuncisión. Tampoco hay un pasaje que hable que Jesús entregó una nueva ley y abolió los diez mandamientos o que  diga que  la santidad  del sábado  fue transferida al domingo por causa de la resurrección, esas son solo excusas sin fundamento bíblico.
 
La maldicion
 
Jeremías 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre…
La maldición pronunciada contra el pueblo judío  fue por confiar en la palabra de sus líderes y no confiar en el llamado a dejar la idolatría y a obedecer el cuarto mandamiento que habla de la observancia del sábado.
La maldición final que llegó como consecuencia   la hallamos en el último versículo que señala la destrucción por medio de fuego.
Jeremias 17:25 Pero si no me oyereis para santificar el día de reposo,* y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo,* yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará. 
 
La  biblia es clara y evidente el pueblo judío  sufrió la maldición de ser castigado en fuego por causa de su desobediencia a Dios al tener ídolos   y al no guardar el mandamiento del dia de reposo(sábado).
 
Conclusión
El pueblo judío  como castigo sufrió la maldición de ser destruidos por confiar en la palabra de sus líderes y no en la palabra de Dios que expresamente les prohibía abstenerse de la idolatría   y les mandaba a guardar el sábado
 Mi querido amigo y hermano aun estas a tiempo y tienes la oportunidad de no seguir engañado  y evitarte sufrir las consecuencias finales del castigo divino que vendrá como maldición  por confiar en la palabra de hombres y no confiar en la palabra de Dios
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