No mas fechas
No os toca saber los tiempos o las sazones
Una de las promesas más maravillosas de las Escrituras es la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Éste es y ha sido el mensaje de esperanza para millones de fieles de todas las edades. La segunda venida es nuestra esperanza de ver cara a cara a nuestro Salvador, de reencontrarnos con nuestros seres queridos, de ir a morar en el reino de los cielos y vivir por la eternidad.
Sin la promesa de la segunda venida el cristiano no tendría ninguna esperanza de ver acabar todo éste mundo de miseria y dolor, de tener una vida mejor y de resucitar si un día llegase a morir. Quienes no creen en la segunda venida simplemente marchan por éste mundo como pasajeros de un tren que recorre por sus rieles pero que nunca llagará a un destino. Son personas que viven sin esperanza y sin metas propuestas para una vida mejor. La segunda venida es la más linda bienaventurada esperanza en la que el cristiano puede creer y por la cual debe prepararse cada día(Tito 2:13)
¿Cuándo se dará la bienaventurada esperanza de la segunda venida?
“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles del cielo sino sólo mi Padre”(S. Mateo 24:36)
La Biblia dice que el día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles del cielo.
Jesús como humano no sabía en qué fecha sería su segunda venida y por esa razón no dijo el día y la hora, pero además para evitar que las personas decidieran prepararse solo faltando poco tiempo para la fecha, además porque se dejaría de predicar el evangelio, porque muchos morirían sin estar preparados y de ésta manera todos debían estar preparados en todo tiempo y lugar
Dicen las Escrituras que Satanás anda como león rugiente buscando a quien devorar. En ese deseo de devorar y engañar a millones de personas y de minar la fe del creyente ha trabajado astutamente y ha usado a falsos profetas que absurdamente desconociendo las declaraciones categóricas de Jesús y pretendiendo imponer sus propios conceptos han establecido fechas.
Se creó mucha expectativa por lo que habría de ocurrir hacia el año 1000 y aún en la basílica de san Pedro cuando sonaron las campanas que marcaban las 12 de la noche de ese 31 de diciembre del año 999 y se daba inicio a un nuevo milenio muchos estaban expectantes del fin del mundo o la segunda venida. Pero nada sucedió.
Hacia el año 2000 se creó la misma expectativa sobre el fin del mundo. Predicadores y falsos profetas surgieron hablando del fin del mundo. Hasta en la lejana China surgieron predicadores hablando del fin del mundo, hubieron personas que se suicidaron con sus esposas e hijos por temor a lo que podía acontecer y aún algunos se fueron a las montañas a esperar supuestos ovnis que venían por ellos, para ese años muchos creyeron en las profecías mayas, que hablaban de grandes desastres naturales, pero ante el fallido pronostico éstas fueron trasladadas al 2012.
Entre el pueblo adventista, después del gran chasco en el que Miller se equivocó de evento más no de fecha, también han surgido falsos profetas hablando de fechas. Luego del chasco el grupo de creyentes se fraccionó en tres grupos. El grupo mayoritario siguió poniendo fechas y finalmente desapareció. El grupo minoritario se dedicó a estudiar las Escrituras y es hoy la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
En el pueblo adventista surgieron en Alemania entre los años 1915 y 1918 un grupo de personas lideradas por J. Wieck que colocaron algunas fechas a la segunda venida pero ante la negativa de una revista adventista a publicar dichas falsas fechas decidieron apartarse de la iglesia y dieron origen a lo que hoy conocemos como disidentes o reformistas.
En éste tiempo ha surgido otro movimiento apostata del adventismo que desconsiderando las palabras de Jesús en san Mateo 24:36 de no colocar fechas, han establecido falsamente el 15 de octubre como el día en el que Jesús vendrá. Lamentablemente éste movimiento predicando falsedades hará que muchos apostaten de la fe y hará que le pierdan credibilidad a las Escrituras cuando vean que pasó el 15 de octubre y Jesús no volvió y al perderle credibilidad a las Escrituras hará que se pierdan dichas personas. Y todo esto como obra de Satanás.
Estamos autorizados para colocar fechas?
“Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad” Hechos 1:7
La esperanza del pueblo israelita había sido la llegada de un mesías que le restauraría el reino y el lugar que Israel merecía al ser el pueblo de Dios y que por muchos años ostentó en el pasado. Su esperanza era la liberación del poder y yugo romano.
Los discípulos al igual que muchos creyentes sabían que Jesús era el mesías y creían que el restauraría el reino a Israel, pero el reino de Jesús no era de éste mundo(S. Juan 18:36) y cuando ellos le preguntaron si él restauraría el reino a Israel en ese tiempo, él les contestó que a ellos no les correspondía saber los tiempos y las sazones que son solo potestad del Padre.
“Gr. jrónos y kairós. Jrónos se refiere sencillamente, en forma general, al "tiempo" cronológico; kairós se aplica a momentos específicos o culminantes en el tiempo, con énfasis en lo que acontece. Por lo tanto, cuando Jesús habla de "tiempos" se refiere, según parece, a la sucesión aparentemente interminable de los siglos, y cuando habla de "sazones" se refiere a los acontecimientos culminantes que ocurrirán al fin del siglo o mundo. Es como si les hubiera dicho: "No les corresponde a ustedes saber ni la fecha, ni la forma exacta del establecimiento del reino".CBA
El tiempo exacto para su venida y establecimiento del reino de Dios son solo potestad divina, como humanos no nos corresponde establecer fechas que Dios ha fijado con su propia autoridad.
Solo Dios ha establecido el día y la hora de la segunda venida cualquier intento humano de de establecer fecha es pretender tomar esa prerrogativa divina sobre si y sería una blasfemia ya que se estarían tomando atributos que solo le corresponden a Dios por su omnisciencia.
Conclusión:
Cuando escuchemos a un predicador hablar de fechas para la segunda venida de Jesús sepamos que dicha persona se ha alejado completamente de Dios tomando sobre si el atributo divino que indica que solo Dios es omnisciente; quien conoce el día y la hora de su venida y que detrás está trabajando Satanás para minar la fe del creyente y engañar a muchos.