un movimiento apostata
Cristian Silva, un argentino que apostató del adventismo y que se ha encargado de fudar una secta llamada "verdad eterna"Esta secta de apostatas enseña :
a)el 21 de mayo fue derramada la lluvia tardía sobre la tierra, falsamente fundamentado en genesis 7, enseña
b)el Espiritu Santo no es una persona y que solo existen el Padre y el Hijo, basado en escritos biblicos e inspirados fuera de contexto
c)enseña que el 15 de octubre de 2011 vendrá Jesús por segunda vez, basado en sus propias conclusiones
Mentiras con las que ha engañado a muchos adventistas descuidados que poco estudian o escudriñan las Escrituras olvidandose del consejo divino "Escudriñad las Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas teneis la vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mi"(jn 5:39) e ignorando las palabras de Jesús "Pero el dia y la hora nadie sabe, ni aun los angeles del cielo sino solo mi Padre"(mat 24:36). Mi querido amigo y hermano si tu haz caido en las redes engañadoras de éste falso profeta ya es la hora que despiertes y no te dejes engañar porque nuestro mensaje no consiste en fijar fechas ni en enseñarlas y porque la obra que lleva a cabo cristian Silva es una obra satánica de la que el enemigo se goza.
Siempre habrá en la iglesia movimientos espurios y fanáticos realizados por personas que pretenden ser guiadas por Dios, por aquellos que correrán antes de ser enviados, y que establecerán fechas para el cumplimiento de profecías que aún no se han realizado. El enemigo se regocija con este proceder, porque sus repetidos fracasos y su desviación de la atención hacia puntos falsos provoca confusión e incredulidad. 2MS 96 (1897).
No hay profecía de tiempo más alla de 1844
La gente no tendrá otro mensaje acerca de un tiempo definido. Después de este lapso [Apoc. 10: 4-6], que ahora abarca desde 1842 a 1844, no puede haber ningún cómputo definido de tiempo profético. El cálculo más prolongado llega hasta el otoño de 1844.-7CBA 982 (1900).
Vez tras vez he sido amonestada en cuanto a fijar fechas. Nunca más habrá un mensaje para el pueblo de Dios que se base en períodos fijos de tiempo. Tampoco sabremos el tiempo definido para el derramamiento del Espíritu Santo o para la venida de Cristo.- Review and Herald, 22 de marzo de 1892