Evangélicos, pentecostales y católicos no saben orar

 

La Biblia describe la oración como una de las armas más poderosas del cristiano. El hogar en el que la esposa(o) que no dialoga con su esposo(a) es un hogar  que pronto terminará en separación. El cristiano que no ora pronto dejará de amar al Señor y se apartará a las sendas del secularismo y perdición.

Todos suponemos que los cristianos son las personas que más oran y que mas fe tienen y hasta hay personas que van a las iglesias a pedirle al pastor o a alguien que ore por él o su familia. Pero los cristianos de hoy ¿Oran de la forma como lo enseña la Biblia? ¿Escuchará Dios a quien en realidad no le está invocando?

 

I.Los errores  en las oraciones de los católicos:

En las oraciones católicas encontramos algunos elementos que no enseñan la Biblia y que hacen que en realidad no se esté invocando al Dios todopoderoso creador del cielo y de la tierra:

a) Los católicos antes de iniciar la oración se persignan haciendo una cruz entre su frente, hombros y pecho. Esta práctica se cree se inició desde el siglo II. Dentro del cristianismo aparentemente se forma una cruz, pero en su origen pagano era haciendo una (+) en honor a Tamuz, uno de los ídolos  babilónicos. La Biblia no enseña nada sobre el persignarse.

b) Muchos católicos al iniciar y cerrar su oración  repiten el Padrenuestro. Este es un grave error porque Jesús no enseñó el Padre nuestro como un rezo que debía ser repetido al orar, Jesús lo enseñó como un modelo de la forma correcta como debían ser nuestras oraciones.

c) Muchos católicos así como repiten el Padre nuestro repite el Ave María, lo cual también es un rezo y se convierte en una invocación idolatra. La Biblias dice que solo debemos orar al Padre en el nombre del Hijo.

d) Por lo general los católicos oran de rodillas delante de una imagen o estampilla de algún santo, del divino niño, de la virgen, la mano poderosa, el sagrado corazón, etc. Todos estos elementos sobran y hacen parte de idolatría. La Biblia dice que la forma correcta de orar es en espíritu (Juan 4:24) y no por medio de imágenes (Salmos 115)

e)Luego que un fiel católico termina de orar, enciende una vela delante del santo ante el cual se postró, esta práctica aparte de ser idolatría, es seguir tradiciones paganas. El encender velas delante de los santos, fue una práctica tomada del paganismo romano en el cual se encendían mechones o lámparas  en las casas para invocar el espíritu de un muerto.

f)Los católicos oran en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Si solo existen ellos tres ¿A quién le están pidiendo si no hay un cuarto ser? La Biblia dice que solo debemos orar al Padre en el nombre del Hijo (Juan 14:13). No en nombre de los tres a un cuarto ser.

 

 

II.Los errores en las oraciones de los evangélicos:

Quizás muchos evangélicos, que se creen los más poderosos en la oración, desconocen que dentro de sus prácticas de invocación, están lejos de la forma correcta de orar como enseña la Biblia

a)La Biblia dice que nuestras oraciones deben ser dirigidas al Padre en el nombre del Hijo (Juan 14:13). Pero es lamentable escuchar la oración de muchos evangélicos, los cuales al momento en el que terminan de orar no ruegan en el nombre del Hijo y sencillamente terminan con un amen. ¿Si no pidieron en el nombre del Hijo en el nombre de quién lo hicieron? Absolutamente de nadie. Ese tipo de oraciones no van al cielo porque no van en el nombre de quien debe ir.

b)Otro error en las oraciones de los evangélicos es que ellos pareciera tienen un dios sordo y al que hay que gritarle para que pueda escuchar. Basta ir a un culto evangélico o escucharles orar para darse cuenta la forma desenfrenada como gritan a Dios. En 1Samuel 1:9-15 y 1Reyes 18 encontramos dos ejemplos de oraciones en las que sucedieron dos milagros y no fue necesario gritarle a Dios. Ana dice la Biblia que solo movía sus labios. Mientras que Elias hizo una breve oración y los profetas de Baal hacían el mismo tipo de escándalo que hacen los evangélicos y pentecostales hoy.

c)Otro error de los evangélicos al momento de orar es que ellos pareciera tienen más poder que Dios y le dan ordenes.  Le ordenan a Dios realizar x o y milagro. Jesús cuando oró enseñó que no debemos dar órdenes a Dios, sino suplicar que se haga según su voluntad (Mat 26:39,42)

d)Los evangélicos en sus oraciones dejan ver que no suplican que el Señor actúe, sino que reprenden y  sujetan como si ellos tuvieran algún tipo de poder. Les escuchamos decir “Declaro sin poder al diablo” “sujeto todo cáncer y enfermedad” “Te bendigo”

e)Ellos hablan demasiado de Satanás. Es lamentable, pero basta escuchar un culto evangélico o sus oraciones, en la mayor parte de ellos se menciona  demasiado al enemigo. La oración es para comunicarnos  con Dios, no para hablar del enemigo

 

 

III.Los errores en las oraciones de los pentecostales

Las oraciones de los pentecostales son raras y hasta no se sabe en realidad a quien están invocando. Se destaca:

a) Tienen prácticamente las mismas características en común de  las oraciones de los evangélicos

b)Se diferencian en que los pentecostales creen que solo existe Jesús. Jesús enseñó que debemos orar al Padre en el nombre del Hijo. ¿Pero si para ellos solo existe Jesús a quién le están pidiendo? A nadie porque para ellos no hay alguien más.

c)Las oraciones de los pentecostales son temerarias y tienen un toque de ocultismo y escándalo que atemoriza a muchos. Es como si en lugar de estar hablando con un Dios de amor es como si tuvieran delante de ellos al mismo diablo.

d)Otro error en las oraciones de los pentecostales es que en todas ellas y entre ellos mismos se pasan sacando demonios. Si supuestamente siguen a Jesús porqué se pasan sacando demonios? Acaso  en realidad no le conocen?

 

La forma correcta de orar es pidiéndole al Padre  en el Nombre del Hijo. No es necesario gritar a Dios ni darle ordenes, no es necesario arrodillarnos delante de una imagen o estatua, no es necersario encender una vela y mucho  menos repetir un rezo al orar.. No es necesario persignarse ni rogar en el nombre de los tres. En todas nuestras oraciones debemos siempre suplicar que se haga la voluntad del Señor y no la nuestra.