verdades eternas

Los fantasmas

¿Existen los fantasmas?
Muchas con las personas que hablan de la existencia de fantasmas. Algunos aseguran haber visto a una persona conocida fallecida   otros a un ser querido fallecido que ha muerto, otros a algún artista o desconocidos.
 
A menudo se escuchan relatos de fantasmas que salen en algunos edificios, carreteras, casas, colegios, etc. 
 
Los fantasmas, aseguran los que les han visto que son una especie de silueta o sombra inmaterial trasparente, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. 
 
Según la tradición, los fantasmas aparecen con distinto atavío, más o menos relacionado con su muerte.
El momento de aparición difiere, aunque por lo común es a la puesta de sol, a medianoche, en luna llena, a una hora fija o en una fecha determinada, por lo general la de su muerte, o de noche; sin embargo hay también apariciones poco puntuales que "se manifiestan" de forma imprevista e imprevisible en cualquier momento, incluso a mediodía.
 
La creencia general común supone que el alma de un fallecido no encuentra descanso por una tarea que el difunto ha dejado pendiente o inconclusa ("promesa"): así, puede tratarse de una víctima que reclama venganza.
 
Anteriormente en los pueblos era muy común  la existencia de hechiceros o brujos que tenían algunos  rezos para ahuyentar al fantasma o para que estos les revelaran sus obras inconclusas o los lugares donde habían dejado un tesoro enterrado.
 
Muchas personas en su desespero recurren a los brujos o espiritistas cuando estas apariciones son frecuentes en sus hogares con el objetivo de que estos consulten al fantasma o supuesto fallecido y conozcan sus voluntades para supuestamente descansar en paz.
 
 
Pero hasta aquí debemos preguntarnos:
 
¿Qué dice la Biblia al respecto?
 
¿Es cierto que los muertos salen?
 
¿Fue Samuel el que le apareció a Saúl en la invocación de la pitonisa de Endor?
 
¿Aprueba o desaprueba la Biblia el espiritismo?
 
¿Quiénes son los que en realidad salen?
 
 
 
I. Fantasmas en la Biblia:
 
En la Biblia no se enseña que los fantasmas sean apariciones propias del espíritu de un muerto, como se cree popularmente. En la Biblia dicha palabra se deriva de los términos:
 
 
(h) temuná: apariencia,  fantasma, figura, semejanza


(gr)fántasma:  fantasma, espectro


Ninguno de los términos enseña ni quiere decir que la aparición sea la del espíritu  de un ser fallecido, sino la de una figura o imagen o silueta de alguien.
 
En la Biblia aparecen algunos pasajes en los que se menciona la palabra fantasma.
 
 
Job 4:16  Paróse delante de mis ojos un fantasma, 
 Cuyo rostro yo no conocí, 
 Y quedo,  oí que decía:


Isa 29:4  Entonces serás humillada,  hablarás desde la tierra,  y tu habla saldrá del polvo;  y será tu voz de la tierra como la de un fantasma,  y tu habla susurrará desde el polvo

 
Marcos 6:49 Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y gritaron;
 

Mat 14:26  Y los discípulos,  viéndole andar sobre el mar,  se turbaron,  diciendo: ¡Un fantasma!  Y dieron voces de miedo.

En estos pasajes bíblicos no se enseña que los fantasmas sean espíritus de seres fallecidos.
 
II. ¿Muertos que aparecen?  
La Biblia no enseña que cuando una persona  fallece ésta sigue viviendo y mucho menos que ésta se aparezca a los muertos.
La teoría de una supuesta vida después de la muerte surgió  en el zoroastrismo. Esta  enseñaba la existencia de un puente después de la muerte, llamado el puente del pago. En el que si la persona era buena, esta pasaba el puente sin ningún problema, pero si fue mala entonces caería del puente a un lago de fuego. Si la persona vivió una vida regular, entonces su paso por el puente dependía de las buenas acciones.
Esta misma teoría fue adoptada por  el filosofo griego Platón y posteriormente por los romanos  al invadir a Grecia la adoptaron  y de estos pasó a la iglesia católica.
La Biblia enseña que los muertos nada saben y que estos no tienen más parte con los vivos:
 
Ecl 9:5 Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.
 
Ecl 9:6 También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.
 
Ecl 9:10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.
 
 
La Biblia establece que  cuando una persona fallece, ésta no sigue manifestándose  a los vivos ni  haciendo supuestas apariciones debido a que su aliento o espíritu  o chispa de vida vuelve a Dios y su cuerpo se desintegra en el polvo(Ecle 12:7)
Los muertos no están vivos ni en el cielo, ni debajo de la tierra, ni en el infierno ni en ningún otro lugar, simplemente dejaron de existir.
Cuando en la Biblia se menciona la palabra infierno no se refiere a un lugar de tormento que arde con fuego y azufre actualmente.
a) Seol: tumba, sepulcro (Amos 9:2)
b) Hades: tumba (Hech 2:27; Apoc 20:14)
c) Infierno: Del término griego Gehena, que significa valle de hinom, el cual era el basurero al sur oeste de Jerusalén (Mat 5:29,30; 18:9; 23:15,33 Marc 9:43-47; Luc 12:5; Sant 3:6)
Las Sagradas Escrituras no  enseñan que los muertos sigan viviendo después  de la muerte ni en el infierno, ni en el purgatorio, ni en el cielo  y  mucho menos que ellos hagan apariciones entre los vivos.
 
III. Samuel, Saúl y la pitonisa de Endor:
La Biblia dice que Dios le había prohibido a su pueblo consultar a los muertos a los  adivinos, hechiceros, etc. (Deut 18:9)
Pero Saúl desesperado  de  haber perdido el favor divino, algún  tiempo después de la muerte del profeta  Samuel consultó a una pitonisa para que ésta supuestamente consultara al viejo profeta.
 1 Sam 28:
7 Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación.
  11 La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. 
    12 Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl diciendo: 
    13 ¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. 
    14 El le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia. 
    15 Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo de hacer. 
    16 Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo? 
 
En el versículo 7 la expresión   Heb. ba"alath-"ob. Ba"alath significa "señora". "Ob corresponde con "nigromante" (BJ), o "médium". Nuestra palabra castellana "nigromancia" (o "necromancia") proviene de dos palabras griegas: nekrós, muerto, y manteía, adivinación, y describe el arte de indagar el futuro mediante una supuesta comunicación con los espíritus de los muertos
La información era de origen sobrenatural; pero no procedía de Dios. El había mostrado su aborrecimiento por la práctica de la nigromancia al condenar a muerte a cuantos la practicaban (Lev. 20: 27). Aun los que consultaran a médiums espiritistas debían ser raídos (Lev. 20: 6). De modo que la comunicación debe haber procedido de otra fuente.
 
Es de notar que la mujer es la que ve los que aparecen y los describe como  “dioses” del término “Elohim”, que también puede ser traducido como jueces, pero Saúl es su desespero y ante la descripción de la mujer asume que era Samuel y lo entendió como una sola persona.
Las palabras expresadas por el espíritu parecían ser correctas, pero en realidad no eran de origen divino.
Dios había prohibido consultar a los muertos, y este acto de desobediencia le costó la vida y la salvación a Saúl.
1Cr 10:13 Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina,
 
1Cr 10:14 y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí.
 
Aunque muchos de los fenómenos de las sesiones espiritistas son fraudes y actos de prestidigitación, no todos los fenómenos se pueden explicar así. Muchos que han investigado esas sesiones admiten la presencia de un poder que no se puede explicar mediante fraudes ni con leyes científicas conocidas. 
 
IV. La verdadera  fuente de las manifestaciones
La Biblia enseña claramente que, al morir, el espíritu vuelve a Dios que lo dio (Ecl 12: 7) y enfáticamente niega que ese espíritu sea una entidad consciente  y lo presenta como la chispa o aliento de vida(Job 14: 21; Sal. 146: 4; Ecl. 9: 5, 6).
Las Escrituras revelan que Satanás y sus ángeles pueden impartir informaciones, y también cambiar su forma (ver Mat. 4: 1-11; 2 Cor. 11: 13, 14). La aparición que se presentó ante la mujer de Endor era una personificación satánica de Samuel, y el mensaje impartido tuvo su origen en el príncipe de las tinieblas.
2Co 11:13 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.
2Co 11:14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
 
Las escrituras revelan que Satanás  puede disfrazarse y adoptar aún la forma de  un ángel de luz, con mucha más razón la forma de un ser humano.
Puede parecer, hablar, comportarse y tener los mismos rasgos de un ser fallecido, y aún manifestarse como éste, pero en realidad no es ese ser querido, es el mismo Satanás  disfrazado y adoptando dicha imagen o silueta.
 
Conclusión:
Los fantasmas son siluetas, imágenes, espectros o figuras inmateriales y trasparentes que pueden aparecer en cualquier lugar o momento. La Biblia no enseña que estos sean el espíritu de un ser fallecido, ellas dicen que los muertos nada saben y no tienen más parte con los vivos. Las apariciones de fantasmas son obra de Satanás el cual para hacerle frente deber ser sometiendo nuestras vidas al Señor Jesús(Sant 4:7)




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